viernes, 28 de diciembre de 2012

La Ciencia Básica

¿Qué es peor, dejar de comer, o dejar de beber? Sin lugar a dudas una persona se muere antes por falta de agua que de comida, pero en ambos casos uno termina en la tumba.

Esto del agua y de la comida puede emplearse para el caso de la Ciencia. A lo largo de la Historia y ahora, y en España en particular, se vuelve a discutir sobre si se debe hacer Ciencia Básica o Ciencia Aplicada, entendiendo por Ciencia Básica la que persigue el conocimiento por el conocimiento, mientras que por Ciencia Aplicada la que persigue el conocimiento por su posible utilidad práctica. Ambos tipos de Ciencia son igualmente necesarios e imprescindibles para que la Humanidad siga avanzando. Pensar en la Ciencia Aplicada es como pensar en el agua. Ella da beneficios a corto plazo y parece que es la única que debe llevarse a cabo, pero no olvidemos que sin comida tampoco se puede vivir y, por tanto, sin Ciencia Básica uno, o un país, está abocado a la muerte, aunque "solo"  sea intelectual. La Ciencia Aplicada sin la Básica también está muerta en poco tiempo.

Todos sabemos que la Tierra, al igual que el resto de planetas del Sistema Solar giran en torno al Sol. Ese conocimiento no tiene en absoluto ningún carácter aplicado. En cambio, ¿alguien duda de que es importante para el ser humano ese conocimiento?, incluso ¿valió la pena invertir dinero en ese conocimiento? También es conocido por la sociedad que el Universo tuvo su origen en una gran explosión y que desde entonces es expande. ¿Conocimiento aplicado? ¿Útil o inútil? ¿Es útil el conocimiento sobre agujeros negros? ¿Y la teoría de la Relatividad? ¿Y la evolución por selección natural? ¿Y Atapuerca? En fin, hay innumerables ejemplos de Ciencia Básica que a buena parte de la población le resultan importantes e incluso imprescindibles. ¡Hasta estarían dispuestos a pagar a científicos para que trabajaran en ellos!

El hombre necesita conocer cómo es el Mundo en el que vive, le dé beneficio inmediato o no. Esta curiosidad es una característica propia del hombre que lo hace diferente de otros seres vivos. Se investiga porque algo no se conoce, ¡y ya está! Esta curiosidad es la que hace avanzar a la Ciencia y por ende, a las sociedades y a los países.  El conocimiento científico es imprescindible para que una sociedad tenga espíritu crítico y tenga capacidad de elegir con libertad. La Ciencia debe avanzar como un todo y no dirigida hacia fines particulares, aunque evidentemente, en todo momento siempre habrá modas o necesidades que la hagan avanzar más en una dirección que en otra, pero siempre debe seguir el avance en todas las direcciones posible.

Hacer Ciencia Básica no es un capricho de algunos científicos, sino una cuestión de necesidad.  Parte de nuestro trabajo debe ser mostrar a la sociedad la importancia de esa Ciencia, aparentemente inútil y que hacen algunos, poco menos que por capricho.


 

martes, 29 de marzo de 2011

Qué son los isótopos

En la Naturaleza, en la Tierra, existen 90 elementos naturales: desde el hidrógeno (H) hasta el uranio (U), saltándonos el tecnecio (Tc) y el promecio (Pm) (que no se encuentran de forma natural en la Tierra).  Además de estos, existen otros que han sido creados por el hombre mediante reacciones nucleares.  Por ejemplo, se ha podido sintetizar en cantidades importantes el plutonio (Pu).

Las características de los diferentes elementos viene dadas por el número de electrones  que posee dicho elemento. Ya que todo elemento (átomo) es neutro, es preciso que la carga eléctrica negativa de los electrones se vea compensada por una carga positiva. Dicha carga la crean los protones. El protón y el electrón tienen idéntica carga, positiva y negativa, respectivamente, y por tanto el número de electrones y de protones en el átomo es idéntico. A dicho número se le llama número atómico, Z. En el hidrógeno Z=1 y en el uranio Z=92.

¿Hay algo más dentro de los átomos? Si lo hay debe ser neutro ya que el átomo lo es. Dentro del átomo hay algo más: los neutrones. Dicha partícula es muy parecida al protón pero no tiene carga. A la suma del número de protones y de neutrones se le llama número másico, A. Dicho número da una medida de la masa del átomo, de ahí su nombre.  

Una pregunta muy natural sería, qué confiere las propiedades a un elemento, ¿A o Z? La respuesta es que las propiedades químicas vienen determinadas exclusivamente por el valor de Z. Otra pregunta sería, ¿para una Z dada puede haber varios valores de A? La respuesta es sí. ¿Y entonces qué diferencia hay entre dos átomos de un mismo elemento con diferente A? Ya que tienen diferente A, tienen diferente masa y, por tanto, ciertas propiedades físicas asociadas a la masa diferirán, pero las propiedades químicas seguirán siendo idénticas.  A los átomos con idéntica Z, pero diferente A se les denomina isótopos (de un mismo elemento). Además, de forma genérica, cuando se especifica la Z y la A de un átomo, a este se le llama a menudo isótopo.  De forma gráfica se emplea la siguiente notación

                                                                A
                                                                Z  X N
Donde X es el nombre del elemento, Z su número atómico y A su número másico. N es el número de neutrones que posee, verificándose que A=N+Z. Por ejemplo:
                                                               14
                                                                6  C8


                                                           235
                                                                92  U 143
                                                            
Es obvio que dada la Z viene fijada X y  viceversa.

Cuando se mira una tabla periódica, al lado de cada elemento aparece su número atómico Z y también su número másico. ¡Pero dicho número no es un número entero! El motivo está, entre otras cosas, en que corresponde al promedio de masas de los diferentes isótopos que hay en la Naturaleza de dicho elemento. Por ejemplo para el carbono, A=12.011, debido a que la mayor parte del carbono de la Naturaleza tiene A=12, pero lo hay también, aunque en pequeña proporción, con A= 13 y A=14 (el famoso carbono 14).

Hay algo más que diferencie a los distintos isótopos de un mismo elemento: sí, la radiactividad.  Pero este tema merece un post completo para ser explicado.

lunes, 6 de diciembre de 2010

Cambio Climático: realidad o ficción

El título de este post lo he tomado prestado de un artículo que he leído recientemente, pero no recuerdo exactamente dónde. En cualquier caso el título resulta algo provocativo.

En primer lugar quisiera establecer una clara distinción entre dos conceptos que hoy en día se citan como si fueran sinónimos: Cambio Climático y calentamiento global. Respecto al calentamiento global, aunque durante las décadas de los 80 y 90 aún existía alguna duda respecto a su existencia, principalmente debido a la inconsistencia de las medidas obtenidas vía satélite y en tierra y a la sospecha de que el supuesto calentamiento era debido al efecto  "isla de calor" de las ciudades cerca de las cuales había estaciones en las que se medía de temperatura, hoy en día el calentamiento global es un hecho incontestable, la temperatura media de la superficie terrestre ha aumentado unos 0.8 º C en el último siglo y además parece que en la última década el ritmo de calentamiento está aumentando.

Por Cambio Climático se entiende "cambio en el estado del clima que pueda ser identificado (p.e. usando tests estadísticos) por cambios en la media y/o la varianza de sus propiedades, y que persiste durante un periodo largo de tiempo, típicamente de décadas o superior" (definición del IPCC). Dicho cambio puede ser debido a efectos humanos o naturales. Como es natural es preciso para asegurar la existencia de un cambio climático tener observaciones de periodos de tiempo largo (30 años como mínimo).

Por otro lado, hoy en día por "Cambio Climático" se entiende un cambio como el de la anterior definición, pero por causas puramente humanas, que además tendrá efectos importatísimos de tipo económico, sanitario o geopolítico, de ahí que se usen las mayúsculas para este cambio climático. Saber si el responsable de este cambio, y no solamente del calentamiento global, es el hombre o no, implica conocer de forma muy precisa cómo ha sido la variabilidad natural del clima en la Tierra a lo largo de su historia y además conocer de forma clara cómo y cuáles son los mecanismos que lo condicionan.

Una vez que se conoce el clima pasado y más o menos los mecanismos que lo condicionan, la única forma de predecir el futuro es emplear Modelos de Circulación Global. Estos modelos proporcionan resultados para el futuro de tipo estadístico, es decir sólo proporcionan probabilidades acerca de cuánto va a subir la temperatura, el nivel del mar, la lluvia, etc. Esto es inherente a los procesos físicos que se modelan y es inevitable. No es ninguna carencia.

Por otro lado, los modelos presentan una incertidumbre adicional, cómo se comportará la Humanidad. Esto es descrito por medio de los llamados "Escenarios Climáticos", propuestos también por el IPCC. Cada uno de estos escenarios describe un mundo futuro: con más o menos población, más o menos uso de combustibles fósiles, comercio más o menos globalizado, etc. Es obvio que este ingrediente es el que genera más incertidumbre (mayores barras de error en las previsiones).

¿Qué se infiere de los resultados? En primer lugar que la tendencia observada en el clima no puede explicarse tan sólo con los mecanismos naturales y en segundo que todas las simulaciones muestran una cierta aceleración del calentamiento. Que este calentamiento supondrá grandes costes económicos empieza cada vez más a tenerse en consideración.

Para terminar, si finalmente el cambio climático es una realidad, téngase en cuenta que no ha sido ni el único ni el más importante que ha habido en la historia de la Tierra, aunque ha sido el que nos ha tocado vivir y además en una sociedad especialmente desarrollada y sensible a cualquier tipo de perturbación: clima, volcanes, tiempo atmosférico, controladores aéreos, etc.

martes, 23 de noviembre de 2010

Presentándome con dos palabras sobre la "condenada" partícula

Hola a todos.

Los colegas a los que José Enrique se refería existen (yo soy uno de ellos) y, efectivamente, hemos discutido (amigablemente, por supuesto) sobre la necesidad de que los profesionales de la Ciencia nos involucremos en las labores de divulgación y promoción de la Ciencia. Existen, desde luego, muy buenos profesionales dedicados específicamente a la divulgación pero, como bien señalaba José Enrique en el "post" con el que abría este blog, toda ayuda es poca para que nuestra muy tecnológica sociedad sea también una sociedad culta en Ciencia, y también crítica con ella. De las muchas razones a las que podría acudir para justificar la decisión de abordar esta tarea, voy a indicar únicamente una: la mayor parte de la comunidad científica, así como la ciencia que realizamos, está financiada con dinero público a través de diversos programas regionales, nacionales o internacionales de desarrollo científico; los científicos correspondemos a la sociedad con la Ciencia que producimos, con la formación de sus tecnólogos y contribuyendo así a la tecnología que mejora nuestra calidad de vida. No obstante, la Ciencia tiene que llegar, también y en la medida de lo posible, a toda la sociedad. Los científicos tenemos que abandonar, aunque sea por un rato, nuestra "torre de marfil" y explicar al gran público qué hacemos con el dinero de sus impuestos y por qué nosotros, y nuestra Ciencia, somos útiles a la sociedad. Este blog constituye nuestro pequeño granito de arena a esa tarea.

Y no quiero terminar esta pequeña presentación sin dedicar dos palabras a un tema del que se ha hablado mucho en los últimos tiempos, y del que con toda seguridad se hablará en el futuro próximo: el bosón de Higgs, también vulgarmente denominado la partícula de Dios. La razón de haber elegido este tema para rematar esta presentación es que, para el gran público, la "caza" del bosón de Higgs es la principal motivación de la construcción del LHC ("Large Hadron Collider" o gran colisionador de hadrones) en el CERN ("Centre Europeene pour la Recherche Nucleaire"), en Ginebra. Ya volveremos más adelante, con toda seguridad, sobre LHC o sobre el CERN pero, en este caso, me interesa hacer énfasis en que LHC es un gigantesco experimento que habrá podido realizarse únicamente gracias a la iniciativa cooperativa de un gran número de países, con dinero público, en un emblemático centro de investigación internacional, una de las grandes joyas de la Ciencia europea, y que tiene como objeto arrojar luz sobre algunas cuestiones profundas relacionadas fundamentalmente con la Física de Partículas Elementales y la Cosmología. Esa luz debe llegar a la sociedad. En particular, como decía, el gran público ha oído hablar de la búsqueda del bosón de Higgs, de la mal llamada partícula de Dios. De hecho, esta denominación es fruto de una confusión, precisamente, en la transmisión del conocimiento a la sociedad (segunda razón para hacer este comentario). Leon Lederman quiso referirse al bosón de Higgs, divulgando sobre él, como "the goddamn particle" o "la condenada partícula", por sus propiedades y su papel crucial para el Modelo Estándar de la Física de Partículas, pero su editor decidió que no era una buena manera de denominarla. De ese modo, "the goddamn particle" pasó a ser conocida como "the God particle" o "la partícula de Dios". Probablemente volveremos también sobre el bosón de Higgs más adelante, ahora simplemente señalaré que los físicos de partículas, desde hace medio siglo, explicamos las interacciones fundamentales entre partículas elementales a partir de una teoría cuántica de campos basada en ciertas simetrías. El problema es que esas simetrías son, al tiempo, necesarias pero no nos permitirían entender por qué las fuerzas Nucleares no se manifiestan más allá del interior del núcleo atómico. El bosón de Higgs es la pieza básica de un mecanismo que permite romper esas simetrías, sin que la teoría pierda ninguna propiedad fundamental: el mecanismo de Higgs.

lunes, 22 de noviembre de 2010

¿Qué es la humedad relativa?

Posiblemente este es el índice de humedad más conocido por el público en general, aunque no es el único ni tampoco el más útil.

Supongamos una habitación cerrada en la que hay un humidificador. ¿Podemos incorporar al aire todo el vapor de agua que queramos? La respuesta es no.  La razón estriba en que el aire no puede contener todo el vapor de agua que se quiera ya que llega un momento en que dicho vapor comienza a condensar y forma gotitas que dan lugar a niebla. Seguro que este fenómeno todo el mundo lo ha observado después de una ducha en el cuarto de baño donde  a partir de cierto momento el cuarto de baño está lleno de niebla

La humedad relativa es el cociente entre la cantidad de vapor de agua que contiene una masa de aire y la máxima cantidad de vapor que es capaz de contener dicho aire. Cuando la cantidad de vapor que incorporamos al aire es la máxima posible la humedad relativa (designada con h) es del 100%. Si no hay nada de vapor de agua la humedad relativa será del 0%.

¿Cuánto vale la máxima cantidad de vapor de agua que puede contener el aire? Pues depende de la temperatura. Cuanto mayor sea la temperatura mayor la cantidad de vapor de agua y cuanto menor, menor será la cantidad de vapor de agua que puede contener el aire. Para creerse esta afirmación pensemos en cuándo es más fácil observar vaho al respirar ... Pues en los días fríos. En estos días el aire tiene poca capacidad para contener vapor de agua y simplemente con el que nosotros exhalamos se produce condensación.

Sobre la humedad relativa y demás índices se puede hablar mucho más, pero ya que en este blog aspiramos a explicaciones no muy extensas dejaremos el resto de explicaciones para otros posts.

domingo, 21 de noviembre de 2010

Los científicos y la transmisión de la ciencia a la sociedad

Los científicos tenemos diversas responsabilidades como profesionales de la ciencia. En primer lugar, aquellos que somos docentes, debemos transmitir nuestros conocimientos a nuestros estudiantes universitarios y a la vez preocuparnos de que esa transmisión de conocimientos se haga de la mejor forma posible. En segundo, debemos llevar a cabo una labor investigadora, es decir, debemos dar lugar a nuevos conocimientos, que en la mayoría de los casos nunca salen en las noticias, pero que son los que hacen avanzar a la Ciencia poco a poco y de forma inexorable. Por último, debemos devolver a la sociedad parte de la inversión que ha hecho en nosotros a lo largo de nuestros años de formación mediante la transmisión de nuestros conocimientos al público en general. Esta última faceta es  en muchas ocasiones minusvalorada por los científicos, yo el primero, pero poco a poco va calando en todos nosotros la necesidad perentoria de esta labor. El principal motivo de esta necesidad estriba en la carencia de "vocaciones" científicas entre los estudiantes de ESO, Bachillerato o Universidad. En pocos años, si no ya,  este déficit de formación científica en la sociedad generará un déficit de profesionales: ingenieros, físicos, químicos, matemáticos, etc, y además dará lugar a una sociedad sin las habilidades y conocimientos necesarios para entender mínimamente  el mundo que la rodea.

Después de hablar con muchos de mis colegas y teniendo en cuenta la carencia que existe hoy en día de información científica para el gran público, realizada por científicos, me he decidido a crear este blog, en el que espero que también colaboren otros compañeros de profesión. Aquí podrán encontrarse comentarios y discusiones acerca de noticias científicas aparecidas en la prensa y además proporcionaré explicaciones acerca de otros temas científicos que considere de interés. Dada mi formación y la de mis colegas, la mayoría de las explicaciones versarán sobre problemas físicos, desde la Física general, a la Meteorología y la Climatología, pasando por la Física Nuclear, la Molecular o la de Altas Energías. Por último, y teniendo en cuenta el nombre del blog, las explicaciones serán cortas, o al menos lo intentarémos.